martes, 12 de enero de 2010

Campaña de Conservación de Aguiluchos en La Serena

Macho de Aguilucho Cenizo en vuelo.


Hembra de Aguilucho Cenizo en vuelo.



Estamos a primeros de año, y por fin he terminado de escribir este artículo (con el que tantas veces me puse pero que por una u otra razón nunca terminé) sobre la campaña de conservación de Aguiluchos que ANSER lleva a cabo anualmente en La Serena, y de la que soy coordinador. He querido conservar aquellas palabras con las que comenzaba a finales de noviembre:
En estos días, antes de que finalice el año, y una vez terminados los tediosos trabajos “administrativos” asociados a la campaña de conservación de Aguiluchos en La Serena (recopilación y análisis de datos, cuentas de los gastos, cumplimentación de fichas para indemnizaciones, visita a agricultores y maquinistas…). En estos días por fin, cuando quedan lejos aquellas salidas al campo con largas jornadas a pleno sol, empezamos a hacer balance, y creemos que, un año más, nuestros esfuerzos han merecido la pena.

Otro macho en vuelo.


Y otra Hembra en vuelo:



No tuvimos un buen comienzo debido a las circunstancias climáticas, pues los días fríos de primeros y mediados de Abril hicieron que algunas parejas retrasaran las puestas, y más tarde la ausencia de precipitaciones y el fuerte calor de los primeros días de Mayo propiciaron el adelanto de la siega, que este año tuvo lugar a partir del 13 de Mayo (dos semanas antes de lo habitual). Estas circunstancias hicieron que muchos de los nidos estuvieran todavía con huevos en el momento de la recolección, y que ningún pollo llegara a volar antes de la misma. Aún dejando un espacio sin segar en torno al nido (lo que llamamos un “rodal”), las posibilidades de predación aumentan considerablemente, y son directamente proporcionales al número de días que los pollos permanecen allí; si se trata de huevos, el tiempo se incrementa aún más y por lógica las posibilidades de predación también.
Sin embargo el gran trabajo llevado a cabo por los voluntarios, que esta temporada localizaron y señalizaron 168 nidos antes de la siega (el 80% del total) y la colaboración de la práctica totalidad de maquinistas y agricultores, que saben lo que hay que hacer cuando se localiza un nido, por la información recibida no sólo durante esta campaña, sino por las de los años anteriores, han hecho que los resultados globales hayan sido bastante buenos, a pesar de las circunstancias indicadas anteriormente.

Macho de Aguilucho Cenizo aproximandose al nido, con una presa:



La hembra es la encargada de alimentar a los pollos en el nido.



Para empezar, el número total de nidos localizados (antes de la siega y durante esta) ha sido de 210, lo que supone un incremento de casi el 20% con respecto al año anterior. De ese total de 210 nidos, como se ha indicado, el 80% fueron localizados y señalizados por voluntarios, facilitando así la tarea de los maquinistas; en este caso también se ha producido un incremento del 12% sobre el año anterior. Hemos tenido un total de 44 voluntarios, con las siguientes procedencias:
- Alemania: 7
- Holanda: 1
- España 36. De ellos:
• Extremadura: 17
• Madrid: 16
• Salamanca: 2
• Euskadi: 1
El número total de pollos volados este año asciende a la cantidad de 334, pertenecientes a 153 nidos productivos, y por tanto con una tasa de vuelo de 2,71 y una productividad global de 2,02. Estos datos son peores que en las dos temporadas anteriores, pero precisamente en las dos temporadas anteriores las circunstancias climáticas fueron muy favorables, con lluvias frecuentes que retrasaron la siega y que hicieron que más del 65% de los pollos en 2.007 y casi el 50% en 2008 consiguiera volar antes de la siega, frente al cero absoluto de este año; si efectivamente, debido a ese adelanto de la siega, este año no voló ni uno solo antes de que las máquinas empezaran a segar. Y comparando esos datos con los de 2.006, que puede considerarse un año normal, son igualmente positivos, si tenemos en cuenta que en ese año la tasa de vuelo fue de 2,65 y la productividad de 1,44.

Pero no queremos ser excesivamente triunfalistas. Si se han conseguido estos resultados ha sido gracias al esfuerzo de muchas personas y a la buena disposición de la Dirección General de Medio Natural que cada año organiza y coordina la campaña de salvamento de Aguiluchos en toda Extremadura, sufragando buena parte de los gastos. Gracias a unos y otros muchos pollos de Aguilucho han volado este año, pero otros se han quedado en el camino, e incluso un reducido número de ellos han muerto de forma intencionada.

A continuación se relacionan los voluntarios que han colaborado en la campaña:
Juan Antonio Barquero, Brigitte Geiger, Gottfried Geiger, Wolfgang Dreyer, Uli Thiedemann, Caludia Nägler, Sinikka Lennartz, Jonas Geburzi, Sarah Daum, Hans-Martin Krause, Jan Ploeger, Ruurd-Jelle van der Leij, José Antonio Nieto, Víctor Manuel Quintana, Agustín Sanabria, Roberto Villalba, Águeda J. Mateos, Yasmina Annichiarico, Natalia Franco, Catalina Carmona, Mª Teresa Tena, Manuel Hurtado, Antonio Gallego, Antonio Arcones, Mª José Márquez, Mª Carmen Márquez, Héctor del Rey, Dani Merino, Juan Hoyos, Juan Moreno, Luis J. Bernardez, Leonor Torrado, Jesús Sánchez, Miguel del Rey, Maite San Blas, Eduardo Juarez, Javier Montero, José Cabrera, Sonsoles Alberti, José Almorox, Zugaritz Bizcaya, Manuel Calderón.
¡GRACIAS A TODOS!

Voluntarios localizando nidos. Es imprescindible un seguimiento de las aves, a veces durante horas y a pleno sol.


Buscando imágenes de grupo me he dado cuenta que las horas de trabajo en el campo es lo que menos tengo registrado en imágenes. Me he tenido que conformar con esta en la que, aunque no estamos todos, estamos "bien requetealiñados" y disfrutando de una magnífica cena. Sin embargo detrás de esta imágen hay muchas horas de trabajo duro en el campo.

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