martes, 17 de noviembre de 2020

 

Otro bocado a la dehesa extremeña para afrontar un regadío inviable.

 

Hace ya más de veinte años que a cierto alcalde de un pueblo con una economía esencialmente agrícola, se le ocurrió la feliz idea de congraciarse con sus vecinos anunciando a bombo y platillo la posibilidad de traer el regadío a las tierras del municipio que regía, y hasta de otros colindantes, esgrimiendo las bondades del riego para el olivar, y la posibilidad de incrementar los beneficios gracias al mismo. La promesa de obtener fondos públicos para llevar a cabo las obras era el revulsivo imprescindible para contar con el apoyo de los agricultores, que tendrían que hacer una inversión mínima, pues cuando las cosas se pagan con los impuestos de todos (amparándose en un presunto “interés general”) los costes se abaratan sobremanera, ... y claro está, así se apunta cualquiera.

 

Arranque masivo de encinas para construir balsa de almacenamiento. El arroyo de Benquerencia, del que se tiene que alimentar, lleva años sin correr.

Encina marcada para su arranque. Como se puede apreciar, tiene el número 317. La autorización permite el arranque de 196 encinas. ¿Qué está pasando con las restantes?

No vamos a discutir aquí el beneficio económico que puede aportar el regadío a cualquier cultivo, pero sí hemos de dejar claro que para materializar un regadío hacen falta dos cosas imprescindibles. La primera de ella es disponer de agua en la suficiente cantidad y de forma permanente (la cantidad necesaria y todos los años), y la segunda es conseguir ese agua por un coste económico adecuado (vamos, que el coste no exceda el beneficio).

 

El primer proyecto que se planteó, resultó del todo inviable por su elevado coste tanto de obras como sobre todo de mantenimiento. Aquél alcalde miró el mapa, vio dónde estaba la presa de La Serena (la mayor masa de agua de esta comarca, y de paso de toda Extremadura), vio también dónde se ubicaba su pueblo, y dijo: “ya está”. No es de extrañar que hasta le pareciera que el trayecto “iba cuesta abajo”. Pero no. No estaba cuesta abajo ni mucho menos. Aunque en los mapas nos presenten el norte arriba y el sur abajo, eso no significa que haya un desnivel entre ambos. Es más: en esta comarca los principales ríos y arroyos fluyen de sur a norte, y eso deber ser por algo. En resumidas cuentas, que después de presentar un proyecto y gastar una suma considerable, alguien que de verdad entendía dijo eso de: “esto no puede funcionar”. Y aunque las obras las pagáramos entre todos, sólo el mantenimiento, hubiera llevado a la ruina a los agricultores que en su día se creyeron lo que se les contó, y que ya llevaban años abonando unas cuotas por los gastos del regadío que estaba cada año “a punto de llegar”, pero que nunca terminaba de hacerlo.

 

Tala masiva de encinas.

Una década más tarde, ya con un alcalde diferente (que heredó el marrón del regadío prometido) comenzó la búsqueda de alternativas para la obtención de la preciada agua con un coste adecuado. Y en 2009, después de descartar un par de opciones, se llegó a la conclusión, que la única opción que se consideraba medianamente viable (esta vez por parte de expertos) era disminuir drásticamente la zona regable y captar las aguas en zonas próximas, evitando costosos bombeos. Se decidió entonces captar la corriente del Arroyo de Benquerencia, creando una balsa cerca de su desembocadura en el río Zújar, que en función de la lluvias anuales, también necesitaría aguas de este río, antes de que acabaran en la Presa de La Serena (ya la echarán en falta otros).

 

No es que la nueva opción fuera la panacea, ni mucho menos. De hecho, otros expertos tan buenos y tan competentes como los que han realizado el proyecto, opinan que esa condición indispensable de la que hablamos al principio: “agua en la suficiente cantidad y de forma permanente” va a ser difícil que se cumpla, sobre todo si tenemos en cuenta los periodos de sequía que venimos padeciendo desde hace décadas (como el que atravesamos en este momento, y que ya dura más de cinco años, y que ha convertido a la Presa de La Serena en poco más que un charco). Luego está la segunda condición: conseguir el agua por un coste económico adecuado. Eso lo pretenden solucionar con una planta solar fotovoltaica que evitará buena parte del elevado coste de mantenimiento, y como en este caso concreto todo se paga con dinero público, pues ya esta: entre todos, cabemos a menos. Por tanto, más que panacea, se podría hablar de sospechas de poca viabilidad a largo plazo, y de despilfarro de dinero público. Recordemos que esta fase cuesta casi 18 millones de euros, (eso sin contar el coste de las expropiaciones de terrenos, la redacción del proyecto y la dirección de obras). El total supera ámpliamente los 20 millones de Euros, de los que más de 18 millones (más del 92%) se pagan con nuestros impuestos. Eso supone un coste en torno a los 18.000 € por cada hectárea que se va a regar. Una pasada. Pero claro, a nivel político, después de más de veinte años había que dar salida al proyecto, y esta era la alternativa menos mala. Bueno, esta y la reducción del proyecto inicial, limitándolo a poco más del 3% de lo que estaba previsto en un principio, y el 20% de la corrección realizada en el año 2009. Eso sí, dicen eso de “esta es la primera fase; el resto del terreno se cubrirá en sucesivas fases”. ¿De dónde piensan sacar el agua? Ya veremos lo que pasa cuando el agua empiece a escasear en esta primera fase. Porque si esta fase no resulta viable al cien por cien ¿alguien tendrá la intención de empezar otra? El tiempo lo dirá, porque a estupideces, al ser humano no le gana nadie; y si ya entran en liza los políticos y sus necesidades de votos…

 

Encinas centenarias taladas para un regadío incierto.

Después de la anterior información, necesaria para conocer cómo y por qué se ha llegado hasta aquí, vamos al coste ambiental del proyecto de regadío en el término de Monterrubio de la Serena (para quienes todavía no hubieran identificado el sitio). Porque si las obras nos van a costar una pasta a todos, a nivel ambiental los costes no van a ser menores.

La balsa para recogida de aguas se ubica en una zona de encinar, que estos días está siendo eliminado. El total de encinas que van a ser taladas según el estudio de impacto ambiental es de 196, pero en una visita a la zona se ha podido observar que el número de árboles de tal especie numerados para su eliminación llega al menos a 317. Esas sólo las que se hayan en terrenos de la balsa y junto al camino de acceso. Pero tenemos conocimientos de algunas otras aisladas, que están siendo taladas en terrenos de cultivo, en espera del ansiado regadío, contraviniendo expresamente lo indicado en el citado estudio de impacto ambiental. Pero es que además el citado informe exige la plantación de 1960 encinas nuevas, para lo cual se dispone de los terrenos aledaños a la balsa que se construya, así como las parcelas 2 y 150 de los polígonos 2 y 12 respectivamente. Pues bien, la primera de esas parcelas tiene un suelo eminentemente granítico donde puede funcionar una cantera, pero difícilmente prosperarían encinas, más allá de las dos existentes, y que sobreviven a duras penas. En cuanto a la parcela 150 del polígono 12, es una zona de encinar denso que no precisa reforestación alguna. ¿Es que no hay más espacios disponibles en el término municipal? ¿O es que todos están reservados para el olivar?

 


La afección a la avifauna que habita en la zona es muy alta. Numerosas especies de aves protegidas (cuya lista completa se indica más adelante) van a perder una importante zona de reproducción y/o invernada, la cual quedará arrasada en pocos días, y nunca volverá a tener los valores actuales.

 Además del valor del encinar, la parte final del Arroyo de Benquerencia dispone de una rica vegetación, principalmente Fresnos y sauces, conformando un bosque de ribera que necesita un mínimo de corriente de agua para subsistir, y que según el proyecto de regadío perderá ese agua durante los meses de Noviembre a Abril (ambos incluidos) periodo de tiempo en el que se producen más del 80% de las lluvias en la zona. Tanto el bosque de ribera del tramo final del Arroyo de Benquerencia como las tablas del río Zújar existentes en las proximidades se verán alterados de forma irreversible por la captación de aguas, afectando a una importante avifauna que en la actualidad depende de esos espacios, bien durante el periodo reproductor o durante la invernada. Esas especies de aves, incluidas en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Extremadura, son las que se citan a continuación:

 

En peligro de extinción:

 Cigüeña negra (Ciconia nigra). Se alimenta en las tablas del río Zujar.

Milano real (Milvus milvus). Invernante y reproductor en la zona.

 

Sensible a la alteración de su hábitat:

 Avetorillo común (Ixobrichus minutus). Reproductor en la zona.

Martinete (Nycticorax nycticorax). Reproductor en la zona.

Aguilucho lagunero (Circus aeruginosus). Invernante y reproductor en la zona.

 

Vulnerable:

 Elanio azul (Elanus caeruleus). Reproductor e invernante en la zona.

Alzacola (Cercotrichas galactotes). Reproductor en la zona.
Pechiazul (Lucinia svecica). Invernante en la zona.

 


De interés especial:

 Zampullín chico (Tachybaptus ruficollis). Reproductor e invernante en la zona.

Somormujo lavanco (Podiceps cristatus). Reproductor e invernante en la zona.
Garcilla bueyera (Bubulcus ibis). Reproductor e invernante en la zona.
Garceta común (Egretta garzetta). Reproductor e invernante en la zona.
Garza real (Ardea cinerea). Reproductor e invernante en la zona.
Cigüeña común (Ciconia ciconia). Reproductor e invernante en la zona.
Milano negro (Milvus migrans). Reproductor en la zona.

Gavilán (Accipiter nisus). Invernante en la zona.
Ratonero común (Buteo buteo). Reproductor e invernante en la zona.
Aguila calzada (Hieraetus pennatus) . Reproductor en la zona.

Rascón (Rallus aquaticus). Reproductor e invernante en la zona.
Polluela pintoja (Porzana porzana). Reproductor e invernante en la zona.

Polluela chica (Porzana pusilla). Reproductor e invernante en la zona.
Grulla común (Grus grus). Invernante en la zona.
Cigüeñuela (Himantopus himantopus). Iinvernante en la zona.

Chorlitejo chico (Charadrius dubius). Reproductor e invernante en la zona.
Chorlitejo grande (Charadrius hiaticula). Reproductor e invernante en la zona.
Chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus). Invernante en la zona.

Correlimos menudo (Galidris minuta). Reproductor e invernante en la zona.

Correlimos común (Calidris alpina). Reproductor e invernante en la zona.

Agachadiza chica (Lymnocryptes minimus). Invernante en la zona.

Archibebe común (Tringa totanus). Reproductor e invernante en la zona.

Archibebe claro (Tringa nebularia). Reproductor e invernante en la zona.
Andarríos grande (Tringa ochropus). Reproductor e invernante en la zona.

Andarríos chico (Actitis hypoleucos). Reproductor e invernante en la zona.

Críalo (Clamator glandarius). Reproductor e invernante en la zona.
Cuco (Cuculus canorus). Reproductor e invernante en la zona.

Autillo (Otus scops). Reproductor e invernante en la zona.

Mochuelo común (Athene noctua). Reproductor e invernante en la zona.

Lechuza campestre (Asio flammeus). Reproductor e invernante en la zona.
Chotacabras gris (Caprimulgus europaeus). Reproductor e invernante en la zona.
Chotacabras pardo (Camprimulgus ruficollis). Reproductor e invernante en la zona.
Martín pescador (Alcedo atthis). Reproductor e invernante en la zona.

Abejaruco común (Merops apiaster). Reproductor en la zona.

Abubilla (Upupa epops). Reproductor e invernante en la zona.

Calandria (Melanocorypha calandra). Reproductor e invernante en la zona.
Terrera común (Calandrella brachydactyla). Reproductor e invernante en la zona.
Cogujada común (Galerida cristata). Reproductor e invernante en la zona.
Cogujada montesina (Galerida theklae). Reproductor e invernante en la zona.
Totovía (Lullula arborea). Reproductor e invernante en la zona.
Alondra común (Alauda arvensis). Invernante en la zona.

Bisbita arbóreo (Anthus arborea). Reproductor e invernante en la zona.
Bisbita común (Anthus pratensis). Reproductor e invernante en la zona.

Lavandera boyera (Motacilla flava). Invernante en la zona.
Lavandera cascadeña (Motacilla cinerea). Invernante en la zona.
Lavandera blanca (Motacilla alba). Invernante en la zona.

Petirrojo (Ertitacus rubecula). Invernante en la zona.
Ruiseñor común (Luscinia megarhynchos). Reproductor en la zona.
Colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros). Invernante en la zona.
Colirrojo real (Phoenicurus phoenicurus). Invernante en la zona.
Tarabilla norteña (Saxicola rubetra). Invernante en la zona.
Tarabilla común (Saxicola torquata). Reproductor e invernante en la zona.
Collalba gris (Oenanthe oenanthe). Reproductor e invernante en la zona.
Collalba rubia (Oenanthe hispanica). Reproductor e invernante en la zona.

Mirlo común (Turdus merula). Reproductor e invernante en la zona.
Ruiseñor bastardo (Cettia cetti). Reproductor e invernante en la zona.
Buitrón (Cisticola iuncidis). Reproductor e invernante en la zona.
Buscarla pintoja (Locustella naevia). Reproductor e invernante en la zona.

Carricero común (Acrocephalus scirpaceus). Reproductor e invernante en la zona.
Carricero tordal (Acrocephalus arundinaceus). Reproductor e invernante en la zona.
Carricerín real (Acrocephalus melanopogon). Reproductor e invernante en la zona.
Carricerín común (Acrocephalus schoenobaenus). Reproductor e invernante en la zona.
Zarcero pálido (Hippolais pallida). Reproductor e invernante en la zona.
Zarcero común (Hippolais polyglotta). Reproductor e invernante en la zona.
Curruca rabilarga (Sylvia undata). Reproductor e invernante en la zona.
Curruca tomillera (Sylvia conspicillata). Reproductor e invernante en la zona.
Curruca carrasqueña (Sylvia cantillans). Reproductor e invernante en la zona.
Curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala). Reproductor e invernante en la zona.
Curruca mirlona (Sylvia hortensis). Reproductor e invernante en la zona.
Curruca zarcera (Sylvia communis). Reproductor e invernante en la zona.
Curruca mosquitera (Sylvia borin). Reproductor e invernante en la zona.
Curruca capirotada (Sylvia atricapilla). Reproductor e invernante en la zona.
Mosquitero papialbo (Philloscopus bonelli). Reproductor e invernante en la zona.

Mosquitero común (Phylloscopus collybita). Reproductor e invernante en la zona.)
Mosquitero ibérico (Phylloscopus brehmmi). Reproductor e invernante en la zona.
Mosquitero musical (Phylloscopus trochilus). Reproductor e invernante en la zona.
Reyezuelo sencillo (Regulus regulus). Reproductor e invernante en la zona.

Papamoscas cerrojillo (Ficedula hipoleuca). Reproductor e invernante en la zona.
Mito (Aegithalos caudatus). Reproductor e invernante en la zona.
Herrerillo capuchino (Lophophanes cristatus). Reproductor e invernante en la zona.

Herrerillo común (Parus caeruleus). Reproductor e invernante en la zona.
Carbonero común (Parus major). Reproductor e invernante en la zona.

Agateador común (Certhia brachydactyla). Reproductor e invernante en la zona.

Pájaro moscón (Remiz penoulinus). Reproductor en la zona.
Oropéndola (Oriolus oriolus). Reproductor en la zona.
Alcaudón real (Lanius excubitor). Reproductor en la zona.
Alcaudón común (Lanius senator). Reproductor e invernante en la zona.

Rabilargo (Cyanopica cyanus). Reproductor e invernante en la zona.

Gorrión molinero (Passer montanus). Reproductor en la zona.
Gorrión chillón (Petronia petronia). Reproductor en la zona.

Pinzón vulgar (Fringilla coelebs). Reproductor en la zona.

Lúgano (Serinus spinus). Invernante en la zona.

Picogordo (Coccothraustes coccothraustes). Reproductor en la zona.

Escribano soteño (Emberiza cirlus). Reproductor en la zona.

Triguero (Miliaria calandra). Reproductor e invernante en la zona.

 

Al margen de los valores ambientales de la zona, la confluencia de los cursos de agua en cuyas inmediaciones se encuentra ha sido un lugar donde se han asentado las personas desde muy antiguo. Existen pues varios yacimientos arqueológicos cuya importancia se desconoce, y que corren el riesgo de ser destruidos.

 


Está claro que, una vez más, vamos a pagar un alto precio por un regadío poco viable, no sólo el económico, si además tenemos en cuenta que el precio de la aceituna lleva años a la baja, y que habida cuenta de la enorme superficie de olivar que se ha plantado en las últimas décadas, no se prevén signos de recuperación.

 

Pero lo más lamentable de todo es que la Consejería de Agricultura de la Junta de Extremadura siga despilfarrando dinero público, imponiendo su criterio a la Consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad y haciéndonos creer que hacen semejante dispendio por el interés general de los extremeños.

 

jueves, 2 de julio de 2015

Glifosato para todos




Por si no fuera suficiente el uso que a nivel privado se hace de esta sustancia cancerígena, en Extremadura al menos es empleada por la administración pública para "librarnos" de esos molestos hierbajos que hay en la cunetas de las carreteras. Nos dirán que es para evitar incendios, aunque esa especie vegetal que aparece en la foto y que ahora se ve de color verde, continúa así durante todo el verano. Es más, con el uso del herbicida en pocos días estará seca y en condiciones de arder. ¡Bravo muchachos! ¡Así se evitan los incendios!

viernes, 6 de febrero de 2015

FIRMA PARA LA MODIFICACIÓN DEL PROYECTO DE LEY DE MONTES


La Asociación Profesional de Agentes Forestales y Medioambientales de España y los sindicatos UGT y CCOO, con el apoyo de las organizaciones ecologistas Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF, piden al Partido Popular la modificación del Proyecto de Ley de Montes porque desprotege nuestros montes y supone un retroceso para su conservación, ya que:
1. Limita el ámbito de actuación y la autoridad de un colectivo, los Agentes Forestales y Medioambientales, cuya labor es esencial para la protección de la biodiversidad y en concreto para prevenir y detectar las agresiones contra el medio ambiente.
2. Elimina la necesidad de contar con planes de gestión en los montes privados y públicos no catalogados, reduciendo el control sobre los aprovechamientos forestales en detrimento de la conservación de la biodiversidad.
3. Regula la caza en una Ley que no le corresponde, atendiendo a los intereses de ciertos sectores cinegéticos.
4. Establece una excepción innecesaria para permitir la construcción en zonas forestales incendiadas justificando la existencia de razones de interés general.


Sin la intervención de los agentes de Medio Ambiente que entraron en esta finca, haciendo su trabajo, el "angelito" que arrancó decenas de encinas se hubiera ido de rositas. 


jueves, 12 de diciembre de 2013

Segunda edición del libro Aves del llano... a la venta

Pues eso, que tenemos lista la segunda edición del libro "Aves del Llano Extremeño", en esta ocasión editada íntegramente por nuestra asociación, y que por tanto podemos poner a la venta, como siempre para obtener fondos con los que sufragar distintos proyectos.
Esta edición tiene el mismo contenido que la anterior, pero un papel de mejor calidad, y está encuadernada en tapa dura.
El precio de venta es de 20 € más gastos de envío. Los pedidos pueden hacerse en este correo: anser@anseronline.org
Es una edición muy limitada: sólo 150 ejemplares. No había dinero para más.
Como se puede apreciar, en la contraportada sólo aparece nuestro logo.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Lotería de Navidad


Como cada año por estas fechas, tenemos a la venta nuestras participaciones de Lotería de Navidad, cuya venta (mejor dicho cuyo recargo) nos sirve para pagar una parte de los gastos de nuestras actividades. Este año cuando se imprimieron las papeletas no había por el momento acuerdo con ninguna entidad bancaria para el depósito de la misma, y por tal razón se especificó que se publicaría en este medio con tiempo suficiente antes del sorteo.
Pues bien, la entidad bancaria donde están depositados los décimos es BANCA PUEYO.
Si alguien está interesado, todavía quedan algunas participaciones. Saludos a todos, y Feliz Navidad.

martes, 26 de noviembre de 2013




Este es el último libro que hemos publicado en ANSER. De hecho, acaba de salir de imprenta hace unos días. Trata sobre las aves de los llanos desarbolados, un biotopo muy particular, en el que se desenvuelven una gran variedad de aves de gran importancia. De hecho ya habíamos publicado otros dos anteriores sobre distintas especies que moran en este tipo de hábitats, en concreto "Avutarda y Sisón, Vigilantes del Llano" y "Ganga y Ortega, Reinas del Llano". Algunos pueden pensar "que empezamos la casa por el tejado", y que este libro genérico sobre las aves del llano debería haber ido antes (el primero), pero como la idea inicial era tratar las aves por parejas o por grupos de aves semejantes, dimos comienzo por las dos parejas de especies más características y más importantes, y a partir de ese momento, cuando tocaba empezar con otras especies con menos semejanzas o incluso de menos importancia faunística, hemos preferido hacer antes este genérico, que sirva para dar a conocer tanto el biotopo en general como la importancia de las aves que lo habitan, e incluso lo que será la colección completa, cuando esta termine algún día.
En este libro, cuyo autor es nuestro presidente Manuel Calderón, además de la correspondiente introducción sobre el origen de estos espacios desarbolados, se hace un repaso durante las diferentes estaciones del año a las especies más representativas, sus características, su capacidad de resistencia en un medio tan adverso, e incluso a las problemáticas a las que últimamente tienen que enfrentarse, y que son cada vez mayores. Manuel Calderón también es el autor de las fotografías (con excepción de cuatro de ellas que pertenecen a buenos amigos, en concreto Agustín Sanabria, José Mª Llavori y Teresa Alarcón, también convenientemente citados en el libro), e ilustra un trabajo llevado a cabo dentro de ANSER, tras muchos años de trabajo de campo.
Pero esto no es todo, el proyecto al que pertenece la edición de este libro  incluye además una exposición itinerante que desde hace varias semanas está recorriendo distintos colegios de La Serena, y está previsto exponerla en muchos otros de Extremadura. También se expondrá en centros sociales de distinto tipo.
Libro y exposición, junto con un tríptico de apoyo a esta, forman parte de un proyecto de educación ambiental llevado a cabo por ANSER en toda la región extremeña, que ha sido financiado por la Dirección General de Medio ambiente del Gobierno de Extremadura y el Fondo Europeo de Desarrollo Rural.
Al estar subvencionado por las entidades indicadas, este libro no puede venderse. Como se preveñia en el proyecto inicial, lo estamos entregando gratuitamente en todos los colegios por los que pasa la exposición, y también en bibliotecas municipales.
De todas formas y como en ocasiones anteriores, estamos ultimando una segunda edición financiada íntegramente por ANSER y que por tanto venderemos en nuestra tienda verde. Tendrá obviamente el mismo contenido, pero la encuadernación será en tapa dura, a diferencia de la actual que es en rústica; o sea, que será mucho más lujosa. El problema es que por falta de fondos esta edición es de tan solo 150 ejemplares, que llegarán hasta donde lleguen...
Tenemos previsto tenerlos a la venta coincidiendo con el FESTIVAL DE LAS GRULLAS, que se celebrará el próximo día 30 en el parque Periurbano de Moheda Alta en Navalvillar de Pela (Badajoz). Por supuesto tendremos una carpa con material, y lo que es más importante, con diversas actividades de educación ambiental para niños.

Próximamente trataremos aquí sobre la exposición, porque merece una entrada aparte, y porque en esta ocasión aprovechamos para completar estas líneas con unos fragmentos de textos del libro, y también de fotografías, escogidos por el autor para su propio blog, y que aquí reproducimos:
 Los llanos desarbolados son el resultado de un lento proceso de deforestación del paisaje primigenio, producido por las acciones humanas tradicionales (agricultura y ganadería extensivas). Esa lentitud en la transformación del paisaje ha permitido la supervivencia de muchas especies, que habiéndose adaptado plenamente a este tipo de hábitat, necesitan que esas acciones se mantengan dentro de unas condiciones muy precisas para poder sobrevivir.

Son estos unos espacios con una rica avifauna adaptada a un entorno ciertamente hostil, y que muchas veces son difíciles de observar debido a sus plumajes crípticos, plenamente adaptados al entorno.

Algunas de estas aves dependen exclusivamente de los llanos (la avifauna esteparia propiamente dicha), mientras que otras se pueden considerar mixtas, puesto que también frecuentan otros biotopos. Del mismo modo las hay que habitan en los llanos de forma permanente, y otras que están sujetas a los flujos migratorios.



PRIMAVERA.
La primavera es sin duda la estación más atractiva y sugerente de todas. El buen tiempo y la abundancia de alimento invitan a la reproducción. Los cortejos de algunas aves como Avutardas y Sisones son sumamente elaborados y espectaculares.



 Otras especies  como Abubillas, Alondras, Calandrias, Cogujadas, y Terreras inundan el llano con sus sonidos, y por las noches Alcaravanes y Mochuelos toman el relevo en una sonata que no parece tener fin.


En pocos días, como si el tiempo apremiara, totas las especies de aves del llano comienzan la nidificación. El ciclo de la vida no puede parar.



VERANO.
Es en estos días tiene lugar la cosecha de los cereales. Algunas especies que habían confiado en lo que creían una cobertura vegetal permanente, de gran tamaño y uniformidad y por tanto un lugar óptimo para instalar sus nidos, se ven de pronto sorprendidas por la presencia de las cosechadoras, y ahora esos nidos corren peligro. Las acciones llevadas a cabo por los voluntarios de ANSER salvan a muchos de ellos.



Los calores de finales de junio y del tórrido julio hacen que el agua se convierte en un recurso escaso y sumamente preciado. Las charcas ganaderas se convierten en auténticos oasis, de los que dependen en gran medida las aves del llano. Algunas aves típicamente granívoras como Gangas y Ortegas, cuyo alimento es extremadamente bajo en agua, son las que más van a necesitar el preciado líquido, recorriendo para ello grandes distancias en vuelo.



Avutardas y Sisones van a la zaga en la búsqueda de agua, pues siendo insectívoras durante la primavera, en verano comienzan a cambiar su dieta con la ingesta de semillas. En cualquier caso, tanto Avutardas como Sisones no desdeñan la posibilidad de ingerir brotes verdes de alfalfa, cuyo contenido en agua es muy elevado, e incluso uvas todavía sin madurar, siempre y cuando dispongan de tales recursos en el llano.



OTOÑO.
La tierra del llano agradece la llegada de las lluvias mostrando otra vez las tonalidades verdes y hasta una considerable floración, que si bien no llega a los niveles de la primaveral, vuelve a inundar de colores el campo.

La agrupación se convierte en una estrategia defensiva. Ahora las aves esteparias permanecen juntas, como si quisieran ofrecerse apoyo para afrontar los difíciles tiempos que están por llegar.


A mediados de Octubre comienza la caza de las especies del llano. Aves como Perdices y Codornices pagan un alto tributo, al tiempo que el resto sufren las molestias de disparos y carreras de perros.

Poco a poco llega el frío y con él nuevas oleadas de aves migratorias surcan los cielos del llano. Algunas como Grullas y Ánsares es frecuente que hagan una parada en busca de alimento, en esencia larvas de insectos, bulbos, raíces y sobre todo semillas.



INVIERNO.
El frío permanece. En los llanos desarbolados la temperatura se desploma durante las noches, y al amanecer el suelo aparece de un color blanquecino. Son las heladas, con las que cada noche se congela la capa superficial del terreno.

Para las aves del llano la ingesta de alimento se hace más necesaria que nunca pues de ella depende el mantenimiento de su energía y calor corporal, pero es justo ahora cuando este recurso más escasea. La búsqueda del sustento se convierte en la principal tarea diaria para las aves del llano. Sobrevivir depende de ello. Para casos extremos muchas aves recurren a las reservas de grasa acumuladas meses atrás durante la época de abundancia.

Los individuos más débiles han quedado en el camino, y el resto se encuentra en el límite de sus fuerzas. Pero justo cuando la situación parece haber llegado al límite, surge un rayo de esperanza. Los días se alargan, las lluvias son más frecuentes, el ambiente se hace más cálido y en general la vida se hace más fácil.

El crudo invierno toca su fin. Se percibe la llegada de una nueva primavera con renovadas apetencias de vida. Se ha completado el ciclo anual en el llano.
  Amenazas.

En tiempos recientes se han empezado a producir una serie de alteraciones que amenazan con desestabilizar el orden natural que se mantuvo durante siglos. Entre ellas podemos citar como principales:
-       Cambios en el uso del suelo (urbanizaciones, usos industriales, forestaciones).
-       Intensificación agrícola.
-       Uso cada vez mayor de herbicidas y pesticidas.
-       Colocación de alambradas sin ningún tipo de control.
-       Proliferación de tendidos eléctricos, la mayoría de las veces sin una adecuada evaluación de impacto ambiental.
-       Destrucción de linderos.
-       Disminución de barbechos.
-       Pérdida de la alternancia de cultivos.
-       Uso de variedades de ciclo corto y transgénicos.
-       Implantación de cultivos arbóreos y hasta de regadíos.



Estas problemáticas tienen una serie de posibles soluciones:
-       Evitar cambios drásticos en el uso de estos hábitats (urbanización, plantas fotovoltaicas, reforestaciones, regadíos,...), y someter cada caso a un riguroso y verdadero informe de impacto ambiental.
-       No roturar bajo ningún concepto las zonas de pastizales naturales.
-       Limitar el uso de herbicidas y pesticidas, y en todo caso emplear productos de baja toxicidad (AAA o AAB) y en las dosis recomendadas (mejor aún, aplicar los principios de la agricultura ecológica).
-       Establecer barbechos de uno a tres años.
-       Respetar las lindes.
-       Introducir leguminosas de grano y forrajeras en la rotación.
-       Retrasar la fecha de cosecha.
-       Mantener el rastrojo hasta la siembra siguiente.
-       Pastoreo en pastizales naturales y rastrojos para evitar incendios.
-       Elegir entre las variedades de cereal las de ciclo más largo.
-       Cosechar sólo con luz solar.
-       Usar semillas blindadas sólo con productos de baja toxicidad.
-       Ofrecer alternativas para la nidificación de las especies trogloditas (Cernícalo Primilla, carraca...).
-       Promover el uso ganadero de estos territorios, pero evitar la presencia de ganado en los meses de abril y mayo.
-       Promover la presencia de puntos de agua en las zonas más secas.

Los llanos desarbolados son unos espacios singulares, que si bien se pueden alejar bastante de la idea preconcebida que pudiéramos tener sobre lugares con belleza natural o de espacios de interés faunístico, en realidad conforman unos paisajes de gran belleza, por sus amplios horizontes así como por sus cambios de color en función de la estacionalidad, y además albergan una comunidad biológica de gran riqueza, en la que las aves son sin duda el pilar más importante. De la conservación de estas extensiones desarboladas depende la pervivencia de sus moradores, y es nuestra responsabilidad contribuir a esa conservación como legado a las nuevas generaciones.



sábado, 7 de septiembre de 2013

INSCRIPCIONES XII CONGRESO IBERICO DE AGUILUCHOS






En caso de completar el aforo, previsto inicialmente en 70 personas, y haber más de 15 solicitudes adicionales, se estudiará la posibilidad de cambiar la ubicación de celebración de las jornadas, a un emplazamiento situado a menos de 1 km, y en el que habría cabida para unas 100 personas. En ese caso se abriría un nuevo plazo de inscripción, del 30 de Septiembre al 05 de Octubre, con un precio de 27 € por cada inscripción. Esta modalidad no incluiría alojamiento ni comidas.

Recordar finalmente que cualquier modalidad de inscripción incluye también el libro que publicaremos con las actas. En todo caso cada asistente tendrá que pagar sólo los gastos de envío (que se pueden agrupar para reducir su coste), en caso de no poder recogerlo personalmente o a través de otra persona.

El procedimiento para las inscripciones será el siguiente:

Una vez comenzado el plazo, los interesados podrán enviar un correo electrónico solicitando su inscripción a la siguiente cuenta: geablog@gmail.com

En ese correo deben indicar su nombre completo, dirección, teléfono, modalidad de inscripción, y si presentan alguna ponencia o panel.

Los correos con las solicitudes de inscripción serán atendidos por riguroso orden de llegada, y siempre una vez comenzado el plazo de inscripción.

Siempre que haya plazas disponibles, de inmediato se indicará a la personas que está admitida provisionalmente, y que dispone de 4 días para hacer efectivo el ingreso. Una vez recibido el ingreso, la inscripción será definitiva, y así será comunicado al interesado. En caso de transcurrir los 4 días sin que se reciba el ingreso, la inscripción será rechazada, comunicándoselo igualmente al interesado.

ATENCIÓN: AQUELLOS ASISTENTES QUE DESEEN PRESENTAR UNA PONENCIA, TENDRÁN RESERVA DE PLAZA DE FORMA INMEDIATA, ANTES INCLUSO DE ABRIRSE EL PLAZO DE INSCRIPCIÓN. PARA ELLO COMUNICARLO POR CORREO ELECTRÓNICO LO ANTES POSIBLE, INDICANDO EL TÍTULO DE LA PONENCIA.

IGUALMENTE SI ALGUNO DE LOS ASISTENTES ESTÁ SUJETO A UN RÉGIMEN ESPECIAL DE COMIDAS, QUE LO INDIQUE EN EL MOMENTO DE LA INSCRIPCIÓN.